enero 24, 2006

Momentos Cumbres en la Vida


Sucedió hace algunos años, cuando aún estaba en el colegio. Éramos cinco o seis personas que habíamos ido a una función de vermout del cine Real. La sala estaba repleta. Nos tuvimos que sentar en la primera fila, al borde de la pantalla. La película era de terror.

El asesino, un desequilibrado mental armado de un hacha, estaba en un hospital buscando a una enfermera a quien quería matar porque le había hecho una cosa horrible de niño. La siguió hasta una habitación donde ella se escondió.

Había un tenso silencio en la sala y el asesino no encontraba a su víctima.

Señalando la pantalla, rompí el silencio comentando en voz alta desde la primera fila: "Está en el clóset".

Inmediatamente el asesino volteó hacia dicho lugar, abrió la puerta y atacó a la mujer a hachazos hasta convertirla en una masa deforme y sanguinolienta.

Fue halagador. Hubo aplausos en la platea. Pero en la noche tuve pesadilla y vomité.


Jaime Bedoya
en "Ay qué rico". Mosca Azul Editores, Lima, 1991

1 comentario:

Sebastián Anderde dijo...

Creí que habías sido tú, es una actitud típica de ti, y resulta que es el pesado ese que le gusta a todo el mundo. Me revienta la gente que le gusta a todo el mundo, ¿ya dije que soy envidioso? Igual, por un momento pensé que eras tú.