febrero 21, 2006

nuevamente sylvan chomet

un corto en línea de sylvan chomet: el horrible fantasma llamado 'mañana' llega un día a la ciudad llamada 'hoy'... en realidad se trata de un spot publicitario para la compañía de seguros winterthur, pero es delicioso observar nuevamente el trazo del director de 'las trillizas de belleville', esa película disparatada también conocida como 'los muditos', al menos por mi prima tania. aquí está mi reseña de aquel filme.

las películas de esta semana


esta semana trae cosas interesantes en 'la ventana indiscreta', de la u. de lima. "el cine que no vemos" se llama el ciclo. mañana a las 12m y 7.30pm va '29 palms' del aclamado y aburridísimo Bruno Dumont —la desaparecida filmoteca de lima proyectó hace unos años su 'L'humanité'— y, a las 4.30pm 'Rois et reine', un filme con la soberbia Emmanuelle Devos, a quien tuvimos en cartelera hace poco con el thriller 'Sur mes lèvres' ('Lee mis labios'). ella interpretaba —extraordinariamente, debo decir, con una dislocación muy francesa— a la mujer sorda que protagonizaba la película y yo me muero de ganas de ver esta cinta suya ahora. y el jueves a las 7.30pm se exhibirá lo que sin duda es la atracción principal del ciclo: 'Caché' de Michael Haneke ('Funny games', 'La profesora de piano') quien se llevó el año pasado el premio a mejor director en el festival de Cannes. por lo que he leído, el filme es igual de perturbador que sus anteriores trabajos —recuerdo aún el inmenso DOLOR DE CABEZA que tenía yo al terminar la proyección de 'Funny games' hace algunos años: el filme era una obra maestra, y una de las cosas más violentas y cínicas que había visto yo en mi vida...


pasando a otro plano de la información, este jueves 23 a las 6.30pm se proyecta en el centro de la fundación telefónica "Planetópolis" de Gianni Toti, con la presentación de Jorge Villacorta. según estos cuñaos...

"Planetópolis" (1993) ha sido considerada como una de las más importantes creaciones del video digital de finales del siglo XX, y es un canto acerca del planeta, convertido en una enorme ciudad, donde los hombres se ahogan en el concreto y el acero, mientras que las ideologías y las utopías de los artistas, los poetas, los filósofos y los científicos del pasado se extinguen.

habrá que ir a verla pues.

febrero 16, 2006

Brokeback mountain

Dirigida por Ang Lee
Con: Heath Ledger, Jake Gyllenhaal, Michelle Williams
Calificación:



George Bush se encuentra en una universidad estatal de Kansas, respondiendo las inquietudes de los alumnos. Uno de ellos le pregunta si ya ha visto “Brokeback Mountain”. Y sin esperar respuesta, añade un comentario provocador: ‘¡Le encantaría!’. Bush se acerca al micrófono: ‘No la he visto’ contesta, en medio de las risas nerviosas que empiezan a alzarse desde el auditorio. Y repite: ‘No la he visto’. Esto sucedió el pasado 23 de enero, según Rolling Stone, que también reporta que la Casa Blanca había solicitado una copia del filme semanas antes del hecho, lo que pondría en duda la respuesta negativa de Bush... Y si menciono esta anécdota para abordar mi reseña de “Brokeback mountain” es porque deseo subrayar un hecho a estas alturas evidente: en poco más de dos meses desde su estreno, la película se ha convertido en un evento cinematográfico. Todos los años hay un filme así.

Ha sucedido de manera violenta. En menos de noventa días desde que ingresó al mercado, la película se ha llevado el Globo de oro a mejor filme del 2005, ha recibido el reconocimiento de la mayoría de críticos estadounidenses —los no conservadores, en todo caso: los esmirriados de Fox News, cadena asociada al gobierno de Bush, adujeron que “Las crónicas de Narnia” tenía más méritos para ser considerada la película del año— y ahora se alista para recibir el Oscar a mejor película. Es probable que gane.

Lo que encuentro interesante del asunto es que sea precisamente un outsider como Ang Lee, vale decir, un director asiático trabajando en los Estados Unidos, quien traslade a la pantalla el cuento de Annie Proulx publicado originalmente en el New Yorker acerca de dos vaqueros que se enamoran. Y que, obviamente, tienen sexo. Un director venido de Hong Kong subvirtiendo una de las instituciones norteamericanas más célebres: la del cowboy. De hecho, uno de las comentarios más rabiosos ante el filme provino del republicano David Kupelian —a través de Fox News, nuevamente— quien luego tituló “Rape of the Marlboro man” (“violación del hombre Marlboro”) al artículo en el cual justificaba su reacción desproporcionada. Es solo una película, después de todo... Pero nada como un vaquero gay para generar aquello que los ejecutivos llaman word of mouth: aquella publicidad que no se paga, que va de boca en boca. Aquella publicidad que crea los éxitos de taquilla. Hay algo interesante en los argumentos que usa Kupelian para atacar a “Brokeback mountain”, sin embargo, y yo creo que ejemplifican bien cierta manera de pensar con respecto al cine.

Al parecer, la preocupación es que el filme sea un transformador de mentalidades, un vehículo de propaganda indetenible. Quienes andan pidiendo a la gente que no vaya a ver la película (y los ejemplos no escasean) deben imaginar que los espectadores saldrán de la sala caminando distinto o algo así. La ingenuidad de un argumento más bien manoseado como este es enorme, y grafica la excesiva confianza en el poder del cine que suelen tener quienes, precisamente, acuden poco al cine. Si algo demostró “Fahrenheit 9/11” tras la reelección de Bush es que en el siglo 21 el séptimo arte no representa competencia alguna para la televisión.

Además de entretener, las películas son capaces de muy poco.


“Brokeback mountain” se presenta como una historia de amor prohibido. La acción inicia en 1963, en Wyoming. Heath Ledger y Jake Gyllenhaal —en actuaciones absolutamente competentes— interpretan a dos vaqueros que han sido contratados para cuidar ovejas en las montañas. Trabajo durísimo. Completamente solos, durmiendo con las ovejas, sometidos a una desesperante dieta de frijoles en lata, ambos desarrollarán una relación primero sexual y luego amorosa. Relación que continuará a lo largo de los años, a pesar del rol de padres de familia que ambos adoptan y a pesar de tratarse de un amor peligroso, dentro de una sociedad violentamente homofóbica como la planteada por el guion.

Como le comentaba a mi amiga Akito (hola Akito) el hecho de que buena parte de la acción se desarrolle entre Louisiana y Texas, estados nítidamente republicanos, y de que en los primeros planos Heath Ledger se me haga sospechosamente parecido —mírenle los ojos— al presidente George Bush, quien frecuentemente ha apelado a la imagen del vaquero ante sus electores, son elementos que mi componente irresponsable identificará como “no casuales”. Aunque muy probablemente lo sean y en verdad yo he escrito lo anterior solo porque ando con ganas de fastidiar.

“Brokeback mountain” se apoya claramente en lo narrativo. Ang Lee y sus editores han evitado los planos largos, y por tanto contemplativos, que en primera instancia uno consideraría como opción lógica en una película como esta: sobre todo en la primera parte, el lugar conocido como Brokeback Mountain es importantísimo en la historia: se trata del paraíso privado, del lugar mítico donde se ha sido feliz. Como suele decirse, el paisaje se convierte en un personaje más. O más bien, en este caso: lucha por convertirse en un personaje más. Y es que el ritmo del filme ahoga cualquier posibilidad de colocar a la naturaleza en primer plano, y yo aún sigo pensando por ejemplo en todas las posibilidades cinematográficas, desaprovechadas aquí, que ofrece un rebaño de cientos de ovejas blancas, idénticas entre sí, corriendo uniformemente cuesta arriba por el campo. Pero, al parecer, el interés principal de Lee es hacer avanzar la historia. Y puede que haga bien: con 134 minutos de metraje, el filme se siente incluso apresurado en su búsqueda por abarcar cerca de veinte años de relaciones personales.

Se trata de un reparo menor. Es verdad que el guion se siente afinado, ceñido, pero es verdad también que los tiempos muertos en el cine son valiosos. Sobre todo en películas que retratan relaciones de pareja, donde lo que abunda son precisamente los tiempos muertos.

Como digo, mis objeciones iniciales son menores, y es indiscutible que estamos ante una película hecha con oficio. “Brokeback Mountain” es un relato que tiene a “elegante” como el adjetivo que mejor lo describe. Me viene a la mente, por ejemplo, la presentación de los personajes: aquel plano americano de Jake Gyllenhaal, mudo, mirando hacia la cámara. Con las manos en los bolsillos y el sombrero cayéndole sobre el rostro: y sin embargo existe algo en su postura que es tremendamente sutil, algo que no resulta del todo masculino. Se trata, me parece, de un plano autosuficiente e inmejorable. O piénsese en el modo como el director va introduciendo el tema del deseo: Heath Ledger se desnuda afuera de la carpa, porque va a bañarse: la cámara lo desenfoca para concentrarse en el tenso rostro de Gyllenhaal, tan cerca. O aquel otro momento que se siente verdadero... Alguien te está mirando largamente y de pronto tú le dices, sin bajar la mirada, “¿qué?”, y ya han sido comunicadas muchas cosas.

Hay una advertencia que hacer. Quienes vayan a ver “Brokeback mountain” deseando alimentar su morbo, harían bien en buscar otra cosa. Infinidad de material, también con vaqueros, hay. El filme de Ang Lee tiene apenas un par de escenas de sexo: escenas que, usaré una expresión dudosa, han sido filmadas “con gusto” —“con excesivo cuidado” dirán otros: de hecho, las objeciones que los grupos de gays y lesbianas han hecho al filme tienen que ver con su escasez de muestras de afecto en escena…

Esa escasez, sin embargo, resulta precisamente uno de los rasgos que hacen valioso el filme: no hay historia que valga la pena contar si es que no hay conflicto (en este caso, la represión del deseo) y por ello una excesiva erotización del filme lo debilitaría. “Brokeback mountain” es una película acerca de aquello que no se da, sobre la imposibilidad de la realización del amor. Y es aquí, en su dimensión amorosa y en su intención de retratar a una pareja de seres humanos que se aman, donde decae. El guion no se preocupa en mostrarnos aquellos momentos privados, cotidianos, de la pareja: aquellos momentos que nos permiten entender por qué estas dos personas se aman. Si nosotros, los espectadores, podemos comprender qué es lo que hace a una pareja cinematográfica única, y por qué es absolutamente necesario que permanezca junta, entonces podemos identificarnos con ella. Podemos realmente amarla. Los chicos serán muy guapos pero sin aquella dimensión el filme se hace más bien ligero. Esta es una carencia bastante común en el cine contemporáneo y en mi opinión “Brokeback mountain” podría haberse comido algunos años de historia para ahondar, en algún momento, en aquellos hilos que mueven la relación que vemos en pantalla.

Seguramente hay quienes ven el asunto exactamente al revés: en las películas románticas las motivaciones estorban. Los actores serán, idealmente, las pantallas en blanco sobre las cuales los espectadores proyectarán sus propias emociones y recuerdos. Tengo la impresión de que la mayoría de asistentes al cine pertenece a este grupo. En todo caso, resulta imposible establecer reglas aplicables a todas las películas —en sentido estricto, cada filme crea para sí mismo las reglas por las cuales se rige— y lo mejor que puede hacer un crítico de cine es, en mi opinión, ser honesto con sus propios sentimientos.

“Brokeback mountain” es un filme valioso del cual yo, en un descuido lamentable, no he resaltado aún la estupenda actuación de Michelle Williams, como la sufrida esposa de Heath Ledger. Su registro es delicioso. En cuanto a Ang Lee, su obra maestra sigue siendo “La tormenta de hielo” —uno de los mejores filmes de los noventa— pero esta película en cartelera, probable ganadora del Oscar a mejor filme el próximo 5 de marzo, es un añadido interesante en su carrera.

febrero 14, 2006

i'm the invisible man

sí, a mí también me llegó el famoso test para cinéfilos. que es un poco dudoso, pues se inclina de manera aplastante por películas de hollywood de los ochenta para acá. dicho esto, confieso ignorar completamente a qué filme pertenece el frame que les presento —para quienes desconocen el test: se ha borrado digitalmente al actor— que NO, no es "top gun". quien tenga la respuesta por favor manifiéstela de inmediato, ayer soñé con esta vaina...

(por cierto, si alguien quiere que le envíe el test deme su dirección de correo nomás. yo he hecho 41 puntos sobre 63.)

El cobro mercenario

[nota del transcriptor: sé que este es un blog de cine, pero no pude evitarlo... esta columna de gustavo gorriti, aparecida el domingo pasado, me conmovió. sencillamente. y como tenía que hacer algo con eso, la he colocado aquí: me reconforta saber que aún hay periodistas capaces de sentir indignación, y con la autoridad moral como para expresarla de manera tan sentida. la columna es un tanto larga, así que continúa en la sección de comentarios.]

Así que Ivcher cobró.

Él y los pobres de espíritu que terminaron con él la negociación por parte del Estado, lo hicieron bien solapa, bien por lo bajo. Le dieron el cheque por veinte millones de soles (de nuestros impuestos, por cierto), más el sencillo, a su nombre, para que fuera cobrado el mismo día en el banco.

Hay una expresión en inglés que cae apropiada aquí: 'Laughing all the way to the bank', muerto de risa camino al banco. Cómo no estarlo.

Según entiendo, Ivcher atarantó de tal manera a los cretinos que representaban al Estado, que se las arregló para que este pagara hasta los honorarios de los tres árbitros que fallaron a su favor: el del Estado (Avendaño); el de Ivcher (Santistevan); y el nombrado por ambos (Osterling). Setenta mil dólares por cabeza, si no me equivoco. El Estado pagó los 210 mil dólares e Ivcher cobró los veinte millones de soles.

He visto embutidos en mi vida. Uno como este, hasta ahora no.

Hay una serie de temas secundarios vinculados con el caso. Varios de ellos interesantes en sí mismos. Alguno, como la guerra a bacenicazos entre ex colegas del mismo canal, recién comienza. Agua irá y agua vendrá. Una lástima, habida cuenta de la trayectoria de los contendientes. Pero no voy a escribir sobre eso.

Ni tampoco voy a escribir sobre los aspectos formales del arbitraje, el laudo y el acuerdo que termina con los veinte millones de soles en el bolsillo de Ivcher. Si algo hemos tenido siempre en el país es un superávit de abogados. Y podemos estar seguros de que si Poncio Pilatos hubiera tenido abogados peruanos a su lado, no se hubiera lavado las manos sino hubiera buscado un reglamento.

Quiero escribir sobre la dimensión moral del pago a Ivcher. Sobre las razones implícitas de la sensación de rabia y sobre todo náusea que siente la mayoría de personas al enterarse del hecho. Y sobre el sentimiento de asco y contaminación que experimentamos la gran mayoría de quienes en el pasado reciente enfrentamos al fujimorato.

Ivcher le cobra al Perú por haber luchado contra la dictadura de Fujimori y Montesinos. Tanto luchó, dice, tanto le costó la lucha, tal es la cuenta. Ha disfrazado ese razonamiento de múltiples maneras, pero eso es al final.

Es decir, la lucha como negocio. La pelea por la libertad con factura, pero sin RUC.

[continúa en la sección de comentarios]

febrero 12, 2006

faltan hembras, importemos

me vengo de ver "el caudillo pardo" de salvini, que se me había pasado desde que la exhibieron en el último festival de cine de la católica, y cada vez que la daban en algún otro lugar. qué pena, pero no me cuadró. quizás tenga que ver con las expectativas que yo guardaba... el filme es desroedando, y como que le sobra metraje. tal vez la intención haya sido precisamente el mantener un desodren, lograr que el personaje emerja súbitamente del patrón a primera vista inconexo, repetitivo —como esas figuras tridimensionales que aparecen de pronto en ciertas ilustraciones (¿stereogramas?) si uno fija la vista mucho rato... no lo sé. pero la película me pareció incluso un tanto tediosa. tiene sus chispazos, es cierto, como aquella secuencia con los maniquíes, o ver a Pohorylec argumentando por que sea el estado quien le consiga mujeres a los hombres. pero ahí nomás. en mi opinión el filme no va mucho más allá de su gusto por lo excéntrico, y tal vez el camino hubiera sido explorar aquello que el filme apenas sugiere: que el comportamiento del protagonista tiene sus raíces en una infancia difícil. de repente hubiera sido conveniente apoyar algo del peso del filme en opiniones ajenas (la esposa es una figura muda, por ejemplo: de nuevo, tal vez esa sea la intención, pero dirigir un filme es precisamente tomar decisiones buscando lograr aquello que todos los creadores desean, me imagino: conmover...) no sé. cada vez que veo una película me convenzo más de que debe ser increíblemente difícil hacer una.

en todo caso, a mí me pareció que "el caudillo pardo" es un poco como tener al costado a uno de esos patas que están contándote una y otra vez el mismo chiste... si alguien la acusara de superficial no me llamaría la atención. me gustó mucho el diseño de créditos, eso sí, y aquello de comparar la forma de tomar el micro con el saludo nazi. ingenioso. la manera de colocar la cámara un poco por debajo del entrevistado, para que él ladee la cabeza, le da cierta fuerza expresiva a su testimonio... la fijación por el rostro del protagonista: como dice mi amigo mario, "hay algo allí".

p.s.: últimas películas que he visto.
munich (steven spielberg) - dos estrellitas y media
brokeback mountain (ang lee) - ídem
this is spinal tap (rob reiner) - una estrellita
me and you and everyone we know (miranda july) - tres estrellitas
ghost world (terry zwigoff) - tres estrellitas y media

febrero 09, 2006

he recibido un correo con el subject "Feliz Cumpleaños cesarbed" de parte de robot@miarroba.net.

¡Qué mas da! Emocionado... Emocionado...

febrero 08, 2006

Are You The Favorite Person of Anybody?


Un corto on-line de Miranda July, con John C. Reilly. Cortesía de salon.com [aquello de ser "la persona favorita de alguien", por cierto, parece sacado de la correspondencia de Sylvia Plath con su madre. Ando leyéndola estos días.]

podría acusárseles de mal gusto. podría decirse incluso que son superficiales. pero, vamos, son graciosos. uno de los documentales más populares del año pasado fue "grizzly man" de herzog, filme que, como dije anteriormente, ha sido uno de los más bellos que haya visto yo en mucho tiempo. simultáneamente triste y gracioso; lleno de comprensión hacia el personaje retratado, pero además capaz de mantener una distancia crítica. pues bien, he aquí a travis y jonathan parodiando el filme, con las locuciones en off de herzog y todo. me reí, y creo que con eso basta.

timothy treadwell, el personaje del documental en cuestión, quien huyó del mundo y se fue a vivir con los osos para finalmente ser comido por uno de ellos, fue un sujeto fascinante. una metáfora... en palabras del mismo herzog con respecto a su pollito bailarín en "stroszek", "no sé bien de qué, pero una metáfora de algo".

por cierto, el video tarda una eternidad en cargar pero vale la pena.

un par de cosas interesantes para mañana y pasado mañana en telefónica: "planetópolis" y una muestra de videos de nam june paik


Jueves 9
Proyección de "Planetópolis" de Gianni Toti
Presentada por el crítico de arte Jorge Villacorta

"Planetópolis" (1993) ha sido considerada como una de las más importantes creaciones del video digital de finales del siglo XX, y es un canto acerca del planeta, convertido en una enorme ciudad, donde los hombres se ahogan en el concreto y el acero, mientras que las ideologías y las utopías de los artistas, los poetas, los filósofos y los científicos del pasado se extinguen.
Centro de Documentación del Centro Fundación Telefónica
Hora: 6:30 p.m.

Viernes 10
GROOVY!: Un adiós a Nam June Paik (1932 ? 2006)
Presentado por Jorge Villacorta

El pasado 29 de enero, el padre del videoarte Nam June Paik dejó de existir, no sin antes dejarnos más de cuatro décadas de prolífica experimentación artística. Como un artista verdaderamente global, Paik se interesó en la composición y el performance, para desarrollar una visión completamente distinta del rol de los medios masivos y redefinir el video como un terreno fértil de expresión artística.
Hora: 7:00 p.m.

[programación del mes en el centro fundación telefónica.]

febrero 07, 2006

"No fue una bala importante"

Esta noticia es del 3 de febrero, pero me hace gracia. Werner Herzog, el gran director alemán —de quien hace poco vi en la Universidad de Lima "Grizzly man", y ese es un documental que bordea aquella categoría elusiva de la obra maestra— recibió al parecer un disparo durante una entrevista. Traduzco la nota de hollywood.com:

El director alemán Werner Herzog fue disparado por un perturbado fan durante una reciente entrevista con la BBC. El director de 63 años conversaba con el periodista Mark Kemode acerca de su documental Grizzly Man, cuando un francotirador abrió fuego con un rifle de aire.

Kermode explica, "Creí que había reventado un cohete. Herzog, como si fuera lo más natural del mundo, dijo, 'Oh, alguien nos está disparando. Debemos irnos'. Tenía un moretón del tamaño de una bola de billar, con un agujero en el medio. Simplemente siguió con la entrevista, sangrando con tranquilidad en sus shorts."


Un testarudo Herzog insistió, "No fue una bala importante. No tengo miedo."
Se sabe además que hace poco Herzog ayudó a Joaquin Phoenix luego de un accidente automovilístico en Sunset Boulevard, Hollywood. "Recuerdo que tocaban a la ventanilla", dice Phoenix: "Había esta voz de acento alemán diciendo, 'Relájate'. No podía ver nada por el airbag, pero digo 'Estoy bien, estoy relajado'. Finalmente bajo la ventanilla y aparece esta cabeza. Y me dice 'No, no lo estás'. Entonces pienso, '¡Ese es Werner Herzog!' Hay algo tan calmante y hermoso en su voz. Me sentí completamente a salvo. Trepé fuera del auto. Y cuando estuve afuera y dije 'Gracias' él se fue.

no a Leslie Nielsen

de vez en cuando recibo un comentario de lujo —quiero decir, sin faltas de ortografía y escrito con algún ingenio— y como tengo la sospecha de que poca gente entra a ver los comments, lo transcribo aquí. veo al final una suerte de parodia al comentario que hizo iván thays en su blog sobre la última novela de alonso cueto, que es una desgracia pero a él le fascinó, sabe papalindo por qué.

Estimado César, ya que has acabado la discusión con los narnios, sería bueno que ahora te centres en un tema de vital importancia como es el hecho de que Leslie Nielsen aparezca en la parte 4 de Scary movie. ¡No puede ser! Este hecho es una prueba irrefutable de la conspiración internacional de la Asociación de Amigos del Amiguismo (AAA, no confundir con la Asociación de Artistas Amanerados): como el director (o directores) Jerry Fucker es pataza de Brigitte (Nielsen) le tiene que dar trabajo en toda película que haga y por eso nos lo ha zampao' en Scary movie ¡No pues! Una vez... pasa (en Scary Movie 3) pero dos... ¡NO! Hay que denunciar esta tremenda movida de esa oscura Asociación cuanto antes; con la chiquilla que ha protagonizado todas las películas es suficiente. ¿Para qué más (de lo mismo)? Deben darle paso ya a las nuevas generaciones, si las viejas van a persistir en lo mismo; si van a poner a un amigo, que sea un comediante interesante como Steven Seagal o Jean Claude Van Damme; Nielsen ya fue pero sus amigos se niegan a aceptarlo. Ante esta denuncia, seguro Fucker saldrá a decir "Lo digo sin reparos: quienes se limitan a ver en Leslie Nielsen la fábula moral de un hombre acabado, de clase alta, reconciliándose con la comedia y desposeído de su gran talento, están descalificados para evaluar una de las actuaciones más inquietantes de la comedia universal, y la mejor de Leslie Nielsen"

por cierto, el autor del comentario es "El usuario anónimo", a quien conmino a revelar su identidad aquí y ahora.

"una belleza cubista"


almodóvar dixit. [portafolio de youseff nabil]

febrero 04, 2006

un servicio para los cinéfilos


Con este post inauguro una sección de cine on-line, pues sé que bajarse de internet la película que a uno le antoja ver es un proceso tedioso aún, así se tenga Speedy... He seleccionado para esta semana "Los Cazafantasmas" ("Ghostbusters". Dir: Ivan Reitman, 1984), que cuenta con las actuaciones de Harold Ramis, Dan Aykroyd, Sigourney Weaver y un Bill Murray joven aún, como puede apreciarse. Para la próxima semana: "El arca rusa" de Sokurov.

febrero 03, 2006

El jardinero fiel

Dirigida por Fernando Meirelles
Con: Ralph Fiennes, Rachel Weisz, Danny Huston
Calificación: dos estrellitas y media

Encontrar una película que tenga algo que decir —que al menos sienta que tiene algo que decir... en este caso acerca del poder malévolo de las transnacionales farmacéuticas— es siempre un evento. Especialmente dentro de una cartelera pobre como la nuestra. “El jardinero fiel” pertenece a esa categoría de películas: aquellas que portan en lo alto un mensaje. Un filme con una posición política. César Hildebrandt, por ejemplo, la recomendó en su ahora desaparecido programa (sospecho que sin haberla visto) calificándola de “extraordinaria” antes de abordar una entrevista sobre los lobbies farmacéuticos en el mundo. Hubo una premiere en Lima con el patrocinio de Oxfam. La película tiene cuatro nominaciones al Oscar y el director es Fernando Meirelles, responsable de un filme sobrevalorado, pero también con mensaje, como “Ciudad de Dios”. Un filme situado en las fabelas brasileras. Este transcurre en las barriadas de Kenya.

“Para mensajes los carteros” decía Ribeyro. Aún así, yo no tengo nada en contra de los filmes que buscan dejar instalado un enunciado en los cerebros de los espectadores. De hecho, me gustaría encontrar un mayor número de obras comprometidas con algo más que su propia dramaturgia. Naturalmente podría argumentarse que en todas las películas cada encuadre y cada movimiento de cámara son en verdad decisiones morales, ancladas más de lo que sospechamos en la realidad o eso que a veces llamamos “realidad”. Pero creo que ustedes entienden a lo que me refiero.

Vaya, el párrafo anterior puede obviarse. Decía, entonces: Este transcurre en las barriadas de Kenya.

“El jardinero fiel”, película basada en la novela del inglés John le Carré, utiliza los mecanismos de la ficción para decir algo que tiene que ver directamente con la situación actual de la salud en el planeta: las compañías farmacéuticas usan a los países del tercer mundo como laboratorio de pruebas. Perú incluido, dicen algunos. Busca, por ejemplo, Surfaxin + Perú en Google.


Argumento de la película. Ralph Fiennes, diplomático inglés en África, empezará a adentrarse en la oscuridad de una de las industrias más poderosas del mundo, luego de la muerte de su esposa. Una transnacional farmacéutica está usando a las poblaciones pobres como conejillos de indias de una nueva droga contra la tuberculosis. Y al parecer Tessa (pues ese es el nombre de la esposa en cuestión, interpretada con naturalidad admirable por Rachel Weisz) se encontraba a punto de denunciarlo. Clandestinamente, para no perjudicar la carrera de su esposo.

Este es entonces un thriller. Se trata, sin embargo, de un thriller atípico, y he aquí lo que diferencia a esta película de un filme como “El informante” de Michael Mann: “El jardinero fiel” es la investigación simultánea de dos cosas. Primero, de aquello que aparece cada vez más nítidamente como un asesinato. Y segundo, es una investigación sobre aquella otra vida de la persona amada. La vida que nosotros desconocemos. De hecho, el filme empieza con el asesinato de Weisz, y a partir de allí se estructura en torno a flashbacks que a veces se repiten, adquiriendo nuevos significados conforme el protagonista recoge piezas de información. Quiero dejar en claro aquí que Rachel Weisz le aporta al filme una cualidad muy poco vista: dulzura y dignidad, al mismo tiempo. Su presencia, como mujer embarazada durante buena parte del metraje, es uno de los eventos de esta película.


La pregunta que parece repetirse a lo largo del filme es: ¿fui amado realmente? Tessa, la esposa de este jardinero fiel —el caracter reservado, tímido, inglés finalmente, de este diplomático trabajando en África está ilustrado por su afición a la jardinería— murió en un ‘accidente’ automovilístico, acompañada por un médico local. Se sospecha que eran amantes... De hecho, lo que mueve al protagonista hacia adelante en su investigación, más que un sentido de la responsabilidad social, es la curiosidad. Y hay aquí algo que me parece apreciable: la mujer amada aparece en el filme solo como recuerdo, y eso potencia el caracter abiertamente romántico del filme.

Una de las cosas que me gustaron de “El jardinero fiel” es, precisamente, el equilibrio que logra entre lo romántico y lo político, entre lo evocativo y lo paranoico.

Anotación: el estilo de Meirelles, director del filme, es aquí mucho menos recargado que en “Ciudad de Dios”. Aquella tendencia por el plano brevísimo y musicalizado, por la acumulación de tomas cosméticas —que bien podrían ilustrar un clip sobre Kenya propalado por la MTV— se reduce en este filme a algunas pocas secuencias. Estorba poco, en general: aquella “miseria de exportación” (que fue como un sector de la crítica llamó a su multipremiada “Ciudad de Dios”) tiene perfil bajo en esta película. Es verdad que existe una romantización de las barriadas africanas: el uso del color, por ejemplo. Su disfuerzo en la saturación de los rojos y los verdes... Llega a ser hasta intrusivo, pero no me importa mucho tratándose de una película que tiene en lo romántico a uno de sus ejes. Otra cosa: hay en opciones atrevidas como esta, casi siempre, un intento por lograr algo (que las imágenes dejen de ser imágenes, supongo) que es digno de respeto. Claro, decía Baudrillard que son precisamente esos intentos los que van conduciendo a la humanidad hacia la desaparición de todos sus referentes. Pero de eso trata el cine.


“El jardinero fiel” es, pues, una película sumamente interesante, y si no la recomiendo con entusiasmo mayor es por algunas costuras que el guion deja a la vista —como aquella conversación escuchada por Fiennes sobre “el matrimonio que da solo hijos muertos”— y por cierto resbalón dulzón hacia el final. Es cierto, además, que casi no se encuentra en el filme aquello que algunos llaman vuelo poético, lo que no es moco de pavo en un filme que parece estar buscando dicho vuelo todo el tiempo. Otra cosa. Hay quienes, como Rebecca Anderson en la revista de farmacología Molecular Interventions, han llamado la atención sobre lo poco plausible que sería, para una compañía farmacéutica, convertir una droga contra la tuberculosis en un éxito de ventas: el mercado no es tan grande, y una droga que acorte el tratamiento de cualquier enfermedad no será nunca popular para los ejecutivos de las transnacionales. Tal vez. Pero aún así.

Hace ya más de diez años que Quentin Tarantino, con “Pulp fiction”, introdujo para el gran público una virtud cinematográfica llamada cinismo. Es saludable de vez en cuando ver un filme que va en dirección opuesta.

p.d.: Algunos enlaces de interés.

http://www.oxfam.org/es/
http://pr.indymedia.org/news/2004/12/5870.php
http://www.quinnsrx.com/thewallstreetjournal4.html

puf

estoy pensando en cambiarle el nombre a este blog. se llamaría "el blog de narnia". en fin, como yo nunca sé qué hacer con estos e-mails, lo pongo por aquí. JURO que es la última vez que publico un post sobre el filme en cuestión, así me escriba ingmar bergman diciéndome que la película le encantó.

Estimado César:

Mi nombre es Damián, un joven de 19 años, estudiante en Granada, España. Sin lugar a dudas, no pude dejar de responderle a su crítica al film de "Las Crónicas de Narnia". Su crítica, repito, no me ha dejado indiferente y es que ha tenido muy poco tacto al hacer una descripción cinematográfica, tratando de llevar a los lectores a su gusto y sin especificar en ningun momento que "era su opinión".

(sigue en la sección de comentarios: la carta, sencillamente, estaba demasiado larga.)